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lunes, 16 de septiembre de 2019

UNIDAD 7. EL NIVEL LÉXICO-SEMÁNTICO



1. Nociones fundamentales de semántica
La semántica es la disciplina que se ocupa del significado de los signos lingüísticos, fundamentalmente de las palabras.
Cada uno de los rasgos significativos mínimos en que puede descomponerse el significado de una palabra se llama sema.
1.1. El campo semántico
Un campo semántico es un conjunto de palabras asociadas porque comparten una parte de su significado.
El campo semántico queda definido por el sema o los semas que comparten todas las palabras que pertenecen a él.
La extensión de un campo semántico depende, lógicamente, del sema que lo define; así, el campo semántico de los medios de transporte terrestre incluiría palabras como tren, autobús, coche, bicicleta, matro, taxi, etc. y el de los medios de transporte en general sería bastante más amplio (todos los anteriores y además los transportes marítimos, fluviales y aéreos).
Si el número de componentes de un campo semántico es fijo se llama campo cerrado (el de los meses del año); en el caso contrario, es un campo abierto (como el de las plantas).
1.2. Relaciones semánticas entre las palabras
La semántica se ocupa también de estudiar ciertas relaciones que se establecen entre el significado de las palabras. Aunque parece que lo más lógico es que a cada significante le corresponda un único significado (monosemia), en realidad suceden con muchísima frecuencia casos diferentes, como la polisemia, la homonimia, la sinonimia, la antonimia, la hiperonimia y la hiponimia.
                1.2.1.      La polisemia
Se da cuando a un solo significante le corresponden varios significados diferentes.
Por ejemplo, el término araña tiene dos significados («animal» y «lámpara con brazos»), igual que ratón («roedor» y «accesorio del ordenador»). En ambos casos, el significado original de la palabra era el primero y se ha ido ampliando por medio de asociaciones mentales realizadas por los hablantes.
                1.2.2.      La homonimia
Decimos que dos palabras son homónimas si, a pesar de proceder de orígenes diferentes, han llegado por casualidad a coincidir en su significante.
No se debe confundir la polisemia con la homonimia. Son palabras homónimas, por ejemplo, el sustantivo vino («bebida alcohólica») y la forma verbal vino (pretérito perfecto simple del verbo venir), o china (femenino de chino) y china («piedrecita»). No se trata de una sola palabra cuyo significado se ha ampliado, como sucede en la polisemia, sino de dos palabras totalmente distintas a las que la evolución ha hecho converger en una misma forma.
                1.2.3.      La sinonimia
Se produce cuando dos o más palabras tienen un significado igual o muy parecido.
Hay distintos grados de sinonimia:
    ·         Sinonimia absoluta. Es muy poco frecuente, pues resulta difícil encontrar dos palabras que compartan todos sus semas y valores de uso (alquilar/arrendar, esperar/aguardar, verano/estío). Cuando es así, es habitual que uno de los dos sinónimos vaya dejando de utilizarse a favor del otro, tal como sucede con la segunda palabra de cada par de los ejemplos propuestos.
     ·         Sinonimia parcial. Dos palabras comparten una parte considerable de su significado, pero no siempre son equivalentes a causa de sus connotaciones o de las diferentes situaciones en que se usan. Así, cara y rostro son intercambiables en frases como La cara / el rostro de esa joven me pareció interesante, pero no lo son en La moneda salió cara /*rostro ni en Deberías atreverte a dar la cara / *el rostro.
      ·         Sinonimia contextual. Dos palabras que no comparten semas pueden funcionar como sinónimas en determinados contextos. Por ejemplo, aunque el término lince no es en principio sinónimo de astuto, funciona como tal en la oración Eres un lince / astuto para los negocios.

Sucede otras veces que dos palabras pueden intercambiarse en un contexto determinado, pero no se debe a que sean sinónimas, sino a que el significado de una de ellas está incluido en el de la otra. Así ocurre en En su jardín crecían las rosas / las flores.
                1.2.4.      La hiperonimia y la hiponimia
Llamamos hiperónimo a la palabra cuyo significado abarca el de otras, que se conocen como hipónimos. Los hipónimos a los que se refiere una palabra hiperónima son, entre sí, cohipónimos.
En el ejemplo anterior, flores es un hiperónimo de rosas. Rosas, claveles, margaritas, dalias, etc., son hipónimos de la palabra flores y son cohipónimos entre sí.
                1.2.5.      La antonimia
Cuando el contenido semántico de dos términos sea de oposición, hablaremos de palabras antónimas.

Hay tres tipos de antónimos distintos:
    ·         Antónimos complementarios. La negación de uno de ellos supone la afirmación del otro (vivo/muerto).
     ·         Antónimos propiamente dichos. Entre los dos términos propuestos se extiende una gradación (feo/guapo).
      ·         Antónimos recíprocos. Un término implica al otro (compra/venta).

2.      Componentes básicos del léxico de la lengua española

Aparte de algunas palabras de origen prerromano (barro, perro, charco, entre otras), el léxico castellano comienza a partir de la evolución del latín hablado en la península ibérica. A ese vocabulario latino inicial se fueron añadiendo en sucesivas oleadas vocablos procedentes de otras lenguas, bien a causa de los nuevos pobladores de la Península, bien por contactos culturales. A estas palabras tomadas de lenguas diferentes del latín se les llama préstamos léxicos.

2.1.      Palabras patrimoniales, cultismos y dobletes

Muchas de las palabras del castellano actual son el resultado de la evolución experimentada por la forma latina original desde los comienzos del castellano. Esta evolución da lugar a tres tipos de palabras:

    ·         las palabras patrimoniales las que proceden de una palabra del latín que ha evolucionado durante  siglos y se ha transformado de manera muy marcada. Por ejemplo, del latín apiculam, el castellano abeja.
     ·         los cultismos son vocablos que no han evolucionado igual que las palabras patrimoniales, sino que han conservado una forma más cercana a la palabra latina de la que proceden. Por ejemplo, del latín rosam, el castellano rosa.
     ·         el doblete se produce cuando una misma palabra latina da lugar a dos palabras romances, una de ellas patrimonial y la otra, un cultismo. Por ejemplo, del latín integrum, los términos castellanos íntegro (cultismo) y entero (voz patrimonial).
Por otra parte, también aparecen en nuestra lengua los llamados latinismos, palabras y expresiones que se conservan prácticamente igual que en la lengua latina: currículum («relación de los cargos, trabajos y datos biográficos de una persona, accésit («recompensa inferior al premio que se concede en un concurso»).
Muchos cultismos fueron tomados también de la lengua griega; es el caso de numerosos términos científicos: estomatólogo («experto en la boca»), psicopatía («enfermedad de la mente»), rinoceronte («que tiene un cuerno en la nariz»).

2.2.      Préstamos léxicos

Los préstamos léxicos más importantes para el castellano son los siguientes:

                2.2.1.      Germanismos

Durante los siglos V y VI, los pueblos germánicos, entre los que destacaban los visigodos, llegaron a la península ibérica. Los germanismos entraron en el castellano tanto indirectamente, a través de los préstamos que habían dejado las lenguas germánicas en su contacto con el latín, como de manera directa, por la presencia visigoda en España. Algunos germanismos son: guerra, guardar, ropa, yelmo, espía, ganar. Observa que muchos de ellos tienen relación con la guerra. Los germanos también dejaron en castellano nombres de persona (antropónimos). Por ejemplo, Alfonso, Álvaro, Fernando y Rodrigo.

                 2.2.2.      Arabismos

En el 711 comienza la invasión árabe. Desde ese momento hasta el final de la Reconquista son tan numerosas las palabras árabes que pasan al castellano que el caudal léxico de origen árabe es una característica que diferencia al español de las demás lenguas románicas: alcázar, alfombra, acequia, zanahoria, almohada, ajedrez, azúcar, alcachofa, algodón. Frente a los germanismos, se advierte un predominio del léxico relacionado con la agricultura y la artesanía. También abundan los arabismos asociados a otros campos, como las matemáticas, la ingeniería y la administración pública (cifra, álgebra, cero, alcalde, alguacil). Por supuesto, también hay algunos antropónimos de origen árabe (Fátima, Almudena) y abundantes topónimos (Alcalá, Guadiana, Benicasim).

                 2.2.3.      Galicismos

El francés es otra importante fuente de préstamos: monje, garaje, salvaje, doncel, hotel, jardín, etc., son palabras procedentes de esta lengua. En su mayoría llegaron al español en las épocas de predominio de la cultura francesa, especialmente en la Edad Media a través del Camino de Santiago, y durante el siglo XVIII.

                 2.2.4.      Americanismos o indigenismos

Con la conquista del Nuevo Mundo, el castellano entra en contacto con las diversas lenguas precolombinas de América (náhuatl, guaraní, quechua, aimara, entre otras). De ellas, muy diferentes entre sí, recibe préstamos que suelen nombrar realidades desconocidas en aquella época para los europeos, como canoa, café, caimán, caníbal, aguacate, hamaca, tomate, huracán, patata.
  
                 2.2.5.      Italianismos

Durante el Renacimiento, a causa de la admiración por las artes y las letras italianas, llegan al español palabras como soneto, madrigal, partitura y soprano.

                 2.2.6.      Anglicismos

Las palabras procedentes del inglés o anglicismos son la aportación más importante al léxico actual: túnel, fútbol, vagón, club, jersey son solo algunos ejemplos. Muchos de estos términos tienen relación con la informática (mail, spam, escáner, Windows, blog e incluso el propio término Internet). Es importante evitar la invasión de anglicismos y usarlos solo cuando se refieran a realidades que no tienen nombre en nuestra lengua.

                 2.2.7.      Otros préstamos

En distintas épocas se han ido incorporando a nuestra lengua algunos términos de los demás idiomas que se hablan en la península ibérica: vasquismos (izquierda, pizarra), catalanismos (paella, esquirol, barraca, porche), galleguismos (muñeira, morriña) y lusismos o voces que proceden del portugués (caramelo, chubasco, buzo).
A veces, también llegan al español préstamos de lenguas lejanas como el japonés (karaoke, yudo), el sánscrito (yoga), el turco (yogur) y el ruso (zar).

2.3.      Formas de inclusión de los préstamos

Hay tres formas de emplear los préstamos léxicos:

    ·         xenismo: cuando la palabra se emplea con la misma forma que en su lengua de origen, sin modificarla: blog, casting, spam, zapping, zoom, selfie, pizza, glamour. Los xenismos deben escribirse con letra cursiva o entre comillas.
     ·         adaptación: se ajusta el vocablo a las normas ortográficas y de pronunciación del castellano: escáner, espaguettis, fútbol, garaje.
    ·         calco semántico: se produce una traducción literal del término extranjero: autoservicio es un calco del inglés self-service; baloncesto, de basketball.

3.            Los cambios semánticos

Las palabras también pueden experimentar cambios en su significado a lo largo del tiempo. Las razones que explican los cambios semánticos son diversas:

3.1.      Cambios por causas históricas

Cuando un referente evoluciona y se transforma totalmente y la palabra que lo designa continúa siendo la misma, podemos hablar de un cambio semántico provocado por la realidad extralingüística. Sucede esto, por ejemplo, cuando un objeto es sustituido en sus funciones por otro totalmente distinto que conserva su mismo nombre, de modo que se ha producido un cambio en el significado de la palabra: una nevera era antiguamente un lugar lleno de nieve para conservar la comida, pero fue sustituida por un aparato que producía frío sin necesidad de nieve. Un coche era una carruaje tirado por caballos y hoy es un automóvil.

3.2.      Cambios por causas sociales

Cuando se evita pronunciar una palabra porque socialmente resulta de mal gusto, bien sea por pudor, por razones religiosas o porque nombra realidades desagradables, la llamamos tabú. Son tabúes, por ejemplo, los nombres de algunas partes del cuerpo y de funciones fisiológicas consideradas sucias o vergonzosas. También son tabúes las palabras que tienen que ver con la muerte, la enfermedad, la vejez y con todo tipo de situaciones que no nos gustan.
Para no usar un tabú, se busca un eufemismo, otra palabra o expresión que sea equivalente, pero que resulte socialmente aceptable: hacer pis, en lugar de mear; ajustes de plantilla, en lugar de despidos; no conseguir los objetivos, en lugar de fracasar; descansar en paz, en lugar de morir; discapacitado, en lugar de inválido.

3.3.      Cambios por causas lingüísticas

Si la denominación de un objeto no es una sola palabra, sino un sintagma, puede suceder que una de las palabras absorba todo el significado de la expresión por contagio semántico. De este modo, el término puro, que significaba «limpio, sin mancha», amplía su significado y se aplica a un tipo de tabaco, pues se ha contagiado del sintagma cigarro puro. Igual que la palabra móvil, en lugar de teléfono móvil.
  
3.4.      Cambios por causas psicológicas

Las causas más frecuentes de los cambios semánticos son las asociaciones de ideas de los hablantes. Los procesos psicológicos que pueden producir cambios semánticos son variados, pero los más importantes son la metáfora (araña, «lámpara de brazos»; lince, «persona aguda y sagaz») y la metonimia (por ejemplo, en la expresión tomar unas copas, el término copas ha adquirido una nueva acepción por metonimia, pues no designa el recipiente de cristal, sino su contenido).
Además de las metáforas y metonimias, hay otros cambios semánticos que también se deben a procesos psicológicos de los hablantes:
     ·         la etimología popular: en ocasiones, los hablantes establecen una asociación mental incorrecta entre una palabra y su supuesta etimología, de modo que añaden al término un sentido  o una forma que nunca ha tenido: mondarina, por mandarina; en deprimento, por en detrimento.
      ·         la antonomasia consiste en darle a una persona que tiene una cualidad el nombre de otra a quien se considera el máximo exponente de esa característica: llamamos un donjuán al hombre que es un seductor, o decimos que alguien muy inteligente es un pitágoras.

4.      Lexicografía y diccionarios

La lexicografía es la disciplina que se ocupa de la elaboración de los diccionarios. Un diccionario es una obra (impresa o en soporte informático) en la que se recogen y explican los significados de vocablos de una o varias lenguas, de una ciencia o de un saber determinado. Las palabras están colocadas generalmente por orden alfabético.
Los que más nos interesan son los diccionarios generales, que son repertorios del léxico de una lengua. Además del significado de cada voz, añaden otras informaciones: su categoría morfológica (por ejemplo, sustantivo femenino), el origen de la palabra, ejemplos de frases hechas en las que aparece el término y otros significados que ha ido adquiriendo con el uso.
El Diccionario de la lengua española (más conocido como DRAE) es el diccionario general más conocido. Se trata de un diccionario normativo, es decir, dedicado a recopilar lo que los académicos consideran aceptable y a informar de qué uso de las palabras es el adecuado. Sin embargo, hay otras clases de diccionarios, entre los que destacan los siguientes:

      ·         Los etimológicos. Nos indican cuál es el origen de cada palabra y explican, además, los pasos que ha seguido su evolución hasta la palabra actual. El más conocido es el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, de Joan Corominas y José Antonio Pascual.
      ·         Los diccionarios de uso. Añaden al significado de las palabras numerosos ejemplos acerca de su uso concreto, incluyendo sinónimos y antónimos, frases hechas con ese término y otras palabras que suelen relacionarse con la comentada. Entre ellos está el Diccionario de uso del español, de María Moliner. Son diccionarios menos normativos y más descriptivos, pues tratan de reflejar lo que una lengua realmente es, no lo que debería ser. Por esa razón, los diccionarios de uso pueden contener términos que no se admiten, por ejemplo, en el DRAE.
      ·         Los diccionarios de dudas. Se centran en resolver los problemas que un término puede plantear al hablante. Son diccionarios de dudas representativos el de Manuel Seco y el Diccionario panhispánico de dudas, publicado por la Real Academia y las academias de los demás países hispanohablantes en 2005.




jueves, 19 de enero de 2017

Nociones básicas de métrica (completa la unidad 9 de 1.º de Bachillerato)

MÉTRICA

Llamamos estrofa a un conjunto organizado y prefijado de versos. Las estrofas se definen por:



El número de versos

Dos, tres, cuatro versos, etcétera.
La medida de los versos  

Estrofas isométricas (todos los versos miden lo mismo) o heterométricas (versos de diferentes medidas). Los octosílabos predominan en la métrica popular española. Los endecasílabos y heptasílabos en la de origen italiano.
El tipo de rima

Estrofas con rima consonante (se repiten todos los sonidos desde la última vocal tónica) o con rima asonante (solo se repiten las vocales).
La distribución de las rimas

Se indica con letras mayúsculas (ABBA) si los versos son de arte mayor (9 sílabas o más) y en caso contrario con minúsculas (versos de arte menor). Si hay un verso sin rima entre otros que riman, se llama verso suelto.




Recuerda: para medir las sílabas de un verso hay que fijarse bien en la palabra con la que termina: si esta es aguda, se le suma una sílaba al verso; si es esdrújula, se le resta.


A. ESTROFAS MÁS CONOCIDAS

A.1.Estrofas formadas por dos versos

Pareado: dos versos, no necesariamente de la misma medida, que riman entre sí.
Todo necio
confunde valor y precio.
            Antonio MACHADO

A.2.Estrofas formadas por tres versos

Terceto: tres versos de arte mayor, de los que riman generalmente el primero y el tercero.
11A  No será cual los álamos cantores
11-  que guardan el camino y la ribera
11A  habitado de pardos ruiseñores.
            Antonio MACHADO

Lo más normal es que se utilicen encadenados (ABA BCB CDC … YZYZ). Al último terceto encadenado se le añade un cuarto verso para que no quede ningún verso suelto:

11A Alegrarás la sombra de mis cejas,
11B y tu sangre se irán a cada lado
11A disputando tu novia y las abejas.

11B Tu corazón, ya terciopelo ajado,
11C llama a un campo de almendras espumosas
11B mi avariciosa voz de enamorado.

11C A las aladas almas de las rosas
11D del almendro de nata te requiero,
11C que tenemos que hablar de muchas cosas,
11D compañero del alma, compañero.
           Miguel HERNÁNDEZ

Tercerilla: la misma combinación, pero en arte menor.
Granada, Granada
- de tu poderío
ya no queda nada.
                        Francisco VILLAESPESA 

  
A.3.Estrofas formadas por cuatro versos

Cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo: cuatro versos alejandrinos (de 14 sílabas) con la misma rima consonante. Usada por el mester de clerecía.
14A Era un simple clérigo pobre de clerecía
14A dicié cutiano missa de la Sancta María;
14A non sabié decir otra, diciéla cada día,
14A más la sabié por uso que por sabiduría.
             Gonzalo de BERCEO

Cuarteto: cuatro versos de arte mayor con rima ABBA.

11A Por si no hay otra vida después de esta
11B haz de modo que sea una injusticia
11B nuestra aniquilación; de la avaricia
11A de Dios sea tu vida una protesta.
            Miguel de UNAMUNO

Redondilla: igual que el cuarteto, pero de arte menor.
8a Justo es que honores le den.
8b Pero decidme, mi amor,
8b ¿quién mató al comendador?
8a Fuenteovejuna, mi bien.
            Lope de VEGA

Serventesio: cuatro versos de arte mayor con rima ABAB.
11A El dueño fui de mi jardín de sueño,
11B lleno de rosas y de cisnes vagos;
11A el dueño de las tórtolas, el dueño
11B de góndolas y liras en los lagos.
            Rubén DARÍO

Cuarteta: igual que el serventesio, pero de arte menor.
8a Guarde para su regalo
8b esta sentencia el autor:
8a si el sabio no aprueba, malo;
8b si el necio aplaude, peor.
            Tomás de IRIARTE

Copla: estrofa popular de cuatro versos de arte menor, con rima asonante en los versos pares y los impares sueltos.
8- Hasta que el pueblo las canta,
8a las coplas, coplas no son,
8- y cuando las canta el pueblo
8a ya nadie sabe el autor.
            Manuel MACHADO

Seguidilla: parecida a la copla, pero con los versos impares heptasílabos y los pares pentasílabos.
7- La cebolla es escarcha
5a cerrada y pobre:
7- escarcha de tus días
5a y de mis noches.
            Miguel HERNÁNDEZ

A.4.Estrofas formadas por cinco versos

Quinteto: combinación de cinco versos de arte mayor con las únicas restricciones de que rimen todos, que no haya tres seguidos con igual rima, ni formen pareado el cuarto y el quinto.
11A Atrás dejé las águilas que miran
11B con ojo audaz al sol, atrás quedaron
11A las nubes que relámpagos respiran,  
11A los soles mil que por espacios giran,    
11B donde mortales ojos no llegaron.         
            José ZORRILLA

Quintilla: igual que el quinteto, pero de arte menor.
8a Tu crítica majadera
8b de los dramas que escribí,
8a Pedancio, poco me altera;
8a más pesadumbre tuviera
8b si te gustaran a ti.
            Leandro FERNÁNDEZ de MORATÍN

Lira: formada por versos heptasílabos y endecasílabos con rima consonante, combinados de esta forma: 7a11B7a7b11B.
7a  Buscando mis amores,
11B iré por esos montes y riberas;
7a  ni cogeré las flores,
7b  ni temeré las fieras,
11B y pasaré los fuertes y fronteras.
              San Juan de la CRUZ 

  
A.5. Otras estrofas

Copla de pie quebrado: es la que usó Jorge Manrique en las Coplas a la muerte de su padre. Está formada por seis versos: son todos octosílabos salvo el tercero y el sexto, que son más cortos (tetrasílabos o pentasílabos. Riman abcabc:
8a Recuerde el alma dormida,
8b avive el seso y despierte,    
4c contemplando                        
8a cómo se pasa la vida,           
8b cómo se viene la muerte      
4c tan callando. 
            Jorge MANRIQUE                        

Octava real: compuesta por ocho versos endecasílabos con rima consonante con la combinación ABABABCC.
11A Aquella voluntad honesta y pura
11B ilustre y hermosísima María,
11A que en mí de celebrar tu hermosura,
11B tu ingenio y tu valor estar solía,
11A a despecho y pesar de la ventura
11B que por otro camino me desvía,
11C está y estará en mí tanto clavada,
11C cuanto del cuerpo el alma acompañada.
            Garcilaso DE LA VEGA

Décima: combinación de diez versos octosílabos, rimados abbaaccddc.
8a Cuentan de un sabio que un día
8b tan pobre y mísero estaba
8b que sólo se sustentaba
8a de unas hierbas que cogía.
8a "¿Habrá otro -entre sí decía-
8c más pobre y triste que yo?"
8c Y cuando el rostro volvió
8d halló la respuesta, viendo
8d que otro sabio iba cogiendo
8c las hierbas que él arrojó.
                 Pedro CALDERÓN de la BARCA

Soneto: estrofa de catorce versos organizados en dos cuartetos (ABBA ABBA) y dos tercetos. La rima de los dos tercetos depende del gusto del autor.
11A Un soneto me manda hacer Violante,
11B que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
11B catorce versos dicen que es soneto,
11A burla burlando van los tres delante.

11A Yo pensé que no hallara consonante
11B y estoy a la mitad de otro cuarteto,
11B mas si me veo en el primer terceto,
11A no hay cosa en los cuartetos que me espante.

11C Por el primer terceto voy entrando,
11D y parece que entré con pie derecho
11C pues fin con este verso le voy dando.

11D Ya estoy en el segundo y aun sospecho
11C que voy los trece versos acabando:
11D contad si son catorce y está hecho.
               Lope de VEGA

B. POEMAS NO ESTRÓFICOS (CON UN NÚMERO INDEFINIDO DE VERSOS)

Verso épico: es el usado por el mester de juglaría. Consiste en series indeterminadas de versos irregulares, entre diez y veinte sílabas, divididos en dos hemistiquios, que son dos partes aproximadamente iguales. Todos llevan rima asonante.
De los sos ojos   tan fuertemientre llorando,
tornaba la cabeça   e estábalos catando;
vio puertas abiertas   e uços sin cañados,
alcándaras vacías   sin pieles e sin mantos,
e sin falcones   e sin adtores mudados.
Sospiró Mio Çid,   ca mucho habié grandes cuidados,
fabló Mio Çid   bien e tan mesurado:
“Grado a ti, Señor,   Padre que estás en alto!
Esto me han vuelto   mios enemigos malos.”
            Poema de mío Cid
                                  
Romance: serie indeterminada de versos octosílabos con rima asonante en los versos pares.
8- Liebres cobardes nacistes;
8a bárbaros sois, no españoles.
8- Gallinas, ¡vuestras mujeres
8a sufrís que otros hombres gocen!
8- Poneos ruecas en la cinta.
8a ¿Para qué os ceñís estoques?
8- ¡Vive Dios, que he de trazar
8a que solas mujeres cobren
8- la honra de estos tiranos,
8a la sangre de estos traidores,
8- y que os han de tirar piedras,
8a hilanderas, maricones,
8- amujerados, cobardes,
8a y que mañana os adornen
8- nuestras tocas y basquiñas,
8a solimanes y colores!
            Lope de VEGA
                                  
Silva: combinación de versos heptasílabos y endecasílabos, dispuestos y rimados a gusto del autor.
11A Era del año la estación florida
11B en que el mentido robador de Europa,
11C media luna las armas de su frente,
11D y el Sol todos los rayos de su pelo,
7d  luciente honor del cielo,
11E en campos de zafiro pace estrellas,
11B cuando el que ministrar podía la copa
11A a Júpiter mejor que el garzón de Ida,
11C náufrago y desdeñado sobre ausente,
11E lagrimosas de amor dulces querellas
7f  da al mar; que condolido,
7g  fue a las ondas, fue al viento
7f  el mísero gemido,
11G segundo de Arïón dulce instrumento.
                      Luis de GÓNGORA

A veces, el autor crea un molde estrófico con estos rasgos y lo repite, y entonces se llama estancia.

C. FORMAS MÉTRICAS MODERNAS

Verso acentual: imitando la métrica latina, el ritmo se basa en la disposición de los acentos a lo largo de cada verso.
Ínclitas razas urrimas, sangre de Hispania fecunda,
esritus fraternos, luminosas almas, ¡salve!
Porque llega el momento en que habrán de cantar nuevos himnos
lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos;
gicas ondas de vida van renaciendo de pronto;
retrocede el olvido, retrocede engañada la muerte.
            Rubén DARÍO

Verso blanco: formado por versos que tienen el mismo número de sílabas, pero no riman.
14- No te olvides, temprana, de los besos un día.
14- De los besos alados que a tu boca llegaron.
14- Un instante pusieron su plumaje encendido
14- sobre el puro dibujo que se rinde entreabierto.
                   Vicente ALEIXANDRE

Verso libre: es el más frecuente en la poesía actual. No se basa en la medida de los versos ni en la rima, sino que el ritmo se marca con las repeticiones de palabras, con las pausas, con los grupos fónicos, etcétera.

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
                        Luis CERNUDA


¡CUIDADO! No hay que confundir el verso libre que acabamos de definir con el verso suelto, que es el que queda sin rima en una composición en la que los demás versos sí la tienen.